La piña es una de las frutas tropicales más asequibles y beneficiosas que existen, tanto por sus cualidades como por las distintas formas en que se puede consumir.
La piña forma parte de muchas recetas sencillas y postres. Sin embargo, en cualquiera de sus presentaciones, ya sea en zumos, cocida, cruda, en tartas o utilizando una piña deshidratada, disfrutarás de sus aportes medicinales, preventivos y correctivos, además, en su condición de “uno de los alimentos recomendables para la belleza de la piel”.
Tabla de contenidos
Digestión
El atributo más conocido de la piña es su capacidad para favorecer la digestión y, en cualquier ámbito, regular el tránsito intestinal y los procesos digestivos.
Bromelina. La razón de que la piña sea un excelente potenciador de la digestión y del correcto funcionamiento del sistema digestivo está en dicha enzima, donde la piña es el alimento con mayor proporción. La bromelina actúa como un estimulante de la producción de jugos gástricos y de la regulación de los niveles de fibra en el intestino, por lo que además de aligerar el proceso de la digestión, también ayuda en padecimientos como la diarrea y hasta con el estreñimiento.
Diurético
Tal vez sea la piña uno de los diuréticos naturales más poderosos que existan en la naturaleza, por contener bromelina, potasio y ácido caféico, pero principalmente por ser una fruta compuesta entre un 85% y un 90% de agua.
La combinación de todos estos aspectos hacen que la piña pueda drenar líquidos con mucha facilidad. La eliminación de líquidos es una de las necesidades en personas que quieran eliminar la celulitis, la gota y reducir sus niveles de presión arterial.
Pérdida de peso
En cualquier listado de mejores alimentos para adelgazar figurará la piña. Al estar compuesta casi en su totalidad de agua, es una fruta que tiene muy pocas calorías en proporción, por lo que comer una buena cantidad de piña cada día te ofrecerá una sensación de estar lleno muy duradera, pero prácticamente no tendrá incidencia en tu peso y en tu salud.
Dicha sensación es causada por la cantidad de agua, de fibra y el sabor muy dulce, mientras que la bromelina, nuevamente, se encarga de la producción de un sistema digestivo más eficiente, que elimina más rápido las grasas y asimila con mayor prontitud las proteínas, por lo que la piña corrige tanto la ansiedad propia de las personas que quieren adelgazar, como también la dificultad para eliminar las grasas.
La piña como recurso de belleza
La salud es belleza, y viceversa. Sentirse bien es una combinación de belleza y salud, y en ello, la piña tiene una incidencia bastante amplia.
- Ojos: la piña, al igual que las zanahorias, se utiliza para prevenir las enfermedades asociadas a las deficiencias de visión, sobre todo las que tienen su origen en la edad o el desgaste. Por eso, conforme los años avanzan, el consumo de piña se asocia a una prevención o retraso en los problemas de visión más comunes.
- Piel: todas las enzimas de la piña, además de favorecer la digestión, son depurativos excelentes y antioxidantes muy poderosos, por lo que la piña es un tratamiento ideal para corregir problemas hepáticos, cuyos efectos suelen ser visibles en la piel; y, por otra parte, combate los radicales libres que envejecen la piel y le hacen perder elasticidad y brillo. Por eso, incluir la piña diariamente en la dieta te permitirá tener una piel más joven, lozana y brillante.
Eres lo que comes. Una frase que seguramente conoces, pero que en el caso de la piña cobra mayor importancia, porque se trata de uno de los alimentos con incidencia positiva más significativa respecto a cómo te ves, cómo te sientes, y sobre cómo irás mejorando en tu salud en el corto plazo. Una fruta tropical, económica, fácil de conseguir y sencilla de cocinar, preparar y conservar, de modo que no existen inconvenientes para que puedas aprovechar sus beneficios desde ahora.