El aromaterapia es una rama de la fitoterapia, pero que se enfoca en la utilización de aceites esenciales provenientes de las plantas y las flores, para brindar bienestar y equilibrio a las personas. Así, se logra un balance ideal entre el cuerpo y la mente, comenzando por atender casos de enfermedades dermatológicas, dolores en las articulaciones, musculares y afecciones respiratoria.
Los especialistas en el aromaterapia dicen que este tratamiento permite al individuo conectarse de una manera profunda con los instintos básicos y los recuerdos. Está más que comprobado que ciertos olores trasladan a la gente a situaciones vividas. El aroma del jazmín bien puede rememorar los momentos en casa de la abuela, o un café recién colado permite viajar a las reuniones con los padres.
Los orígenes del aromaterapia se remontan a unos 5.000 años, desde la época egipcia. En ese momento, era bastante común la preparación de lociones, cremas, perfumes y cosméticos. Fue una costumbre que se logró extender desde India hasta China y poco a poco se fue perfeccionando el uso, hasta que en la medicina china se comenzó a usar aromas para tratar enfermedades.
El occidente no escapó a esta influencia y también se pusieron en práctica técnicas para conseguir una destilación eficaz del aceite de plantas y flores, que consistía en rescatar las sustancias aromáticas hasta obtener el producto oleoso. Los especialistas en el tema indican que existen dos tipos de aceites, los producidos en masa por las industrias y los esenciales que se toman de un proceso más manual y seguro.
La principal duda que surge es ¿para qué sirve el aromaterapia? ¿Cura enfermedades? Pues se ha comprobado que este tratamiento es utilizado para problemas en la piel, cuando está seca o grasa, también aclara las manchas ocasionadas por el sol o por la edad. Las estrías disminuyen su color. Al mismo tiempo una torcedura de tobillo puede sanar con el uso de aceites aromáticos.
Los resfríos, sinusitis, tos y malestar general por gripe también se alivian con aromaterapia, así como problemas circulatorios, musculares y articulares. El nacimiento de la aromaterapia se fundamenta en la necesidad de poder atender los problemas de salud con lo que nos proporciona la propia naturaleza, sin elementos agregados. Todo directo al individuo.
Son muchos los beneficios que nos brinda este sistema curativo. ¿Cómo funciona el aromaterapia? El aroma que se le extrae a las flores y plantas se disuelve en un aceite que al ser aplicado ingresa por el olfato, ayudando a crear una conexión con el sistema límbico, el cual se asocia con las emociones, el aprendizaje, entre otras cosas del individuo.
Una buena relajación se da cuando ocurre una conexión eficaz del cerebro con los neurotransmisores, lo que brinda bienestar al paciente. Es un proceso que aunque muchos desconfían de su eficacia, otros lo defienden por experiencias propias.
Algunas de las yerbas y flores que tienen excelentes propiedades utilizadas en el aromaterapia son el tomillo (calma la ansiedad, las infecciones digestivas y respiratorias, así como el dolor por artrosis), la manzanilla romana (para dolores estomacales, deshidratación de la piel y disminución del estrés), el jengibre (mejora el estreñimiento, los gases, la bronquitis y más) y la lima (resuelve problemas circulatorios y la depresión).
Siempre es bueno darle un voto de confianza a lo que nos regala la naturaleza. Pero también es importante consultar con un médico antes de someterse a tratamientos que pudieran empeorar la situación. La mayoría de los productos naturales no suele tener efectos secundarios, pero es mejor tomar previsiones del caso.
Documentarse y consultar con los que saben resultan las mejores opciones para no cometer errores.