En 1920, un geólogo suizo llamado Francois De Loys supuestamente encontró un par de agresivos simios humanoides en las selvas de Venezuela.
Según De Loys, mató a una de las criaturas, lo apoyó en una caja, y tomó la fotografía de arriba.
El animal es notable porque, si es real, es el único mono conocido que es nativo del Hemisferio Occidental.
Con toda probabilidad, sin embargo, el animal es en realidad un mono araña. De Loys lo propagó como un nuevo descubrimiento.
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Hombre mono de Loys
Años más tarde, el doctor Enrique Tejera escribió una carta a una revista científica venezolana, afirmando que trabajaba con De Loys en Venezuela, y que el animal es la foto fue el mono fallecido araña de De Loys.
La perspectiva de la foto hace que el mono parezca más grande que lo que realmente era.
El mono de De Loys ahora es considerado un engaño bien-divulgado por la comunidad científica moderna.
¿El Mono de Loys es Real?
La historia del «hombre mono de Loys» se considera ampliamente un fraude o una falsa afirmación. Esta historia se remonta a 1920, cuando el geólogo suizo François de Loys afirmó haber encontrado en la región del río Tarra, en Venezuela, el cadáver de una criatura que describió como un «hombre mono» o un primate humanoide. De Loys afirmó que había matado al supuesto «hombre mono» después de que este atacara a su expedición.
Sin embargo, la historia presentó varias inconsistencias y falta de pruebas sólidas. La imagen que se mostraba como evidencia era la única prueba visual y, además, se parecía mucho a un mono araña o a un mono capuchino, comunes en la región, en lugar de un primate humanoide desconocido. Además, los detalles y las circunstancias del hallazgo se volvieron más dudosos con el tiempo.
La comunidad científica no consideró la afirmación de François de Loys como creíble, y la historia se ha descartado en su mayoría como una falsificación o un engaño. No se han encontrado pruebas sólidas ni apoyo científico para la existencia de una especie de primate humanoide desconocida en la región de Venezuela, como lo afirmó De Loys.
En la actualidad, el «hombre mono de Loys» se considera más como una leyenda urbana o una historia falsa que como un hecho científico o antropológico verificable. Por lo tanto, no se le considera una entidad real dentro de la ciencia o la zoología.