El invierno sin duda es una de las temporadas más hermosas del año, sin embargo, es en esta época cuando más estamos expuestos a cambios bruscos de temperatura, ya que el frío se hace presente la mayor parte del día, y al entrar a lugares cerrados la temperatura puede subir por los sistemas de calefacción (calentadores, chimeneas, etc.), es por esto que nuestra piel se vuelve más vulnerable a la resequedad y deshidratación. Un factor que siempre va a ayudar a combatir esto, es tomar agua constantemente, pero, además, puedes ayudar a tu piel con mascarillas naturales que puedes hacer con ingredientes caseros. Así que, ¡toma nota!
Primero que nada, es básico saber que las mascarillas aportan una fuente de nutrientes e hidratación importantes para combatir las condiciones climáticas, y que estas deben aplicarse siempre sobre la piel limpia, dejándolas actuar por el tiempo que indica la instrucción. Lo más recomendable es usarlas una o dos veces cada 15 días, porque no son tratamientos para usar diario, ya que, a pesar de ser con ingredientes naturales, pueden llegar a lastimar tu piel al usarse en exceso.
Tabla de contenidos
Piel seca.
Empezaremos con las mascarillas que benefician a la piel seca.
La mascarilla de manzana, aceite y miel.
Esta es una de las más populares. La manzana es un ingrediente cumbre para los cuidados de la piel, ya que es fuente de rejuvenecimiento. Para la elaboración de esta mascarilla, debes quitarle la cascara a la manzana, cocerla y después machacarla. Añadirle 2 cucharaditas de aceite de oliva y 1 de miel. Mezclar hasta que quede uniforme y aplicar sobre la piel limpia por 30 minutos. Retírala con agua tibia, y vas a notar al instante un efecto de nutrición.
Mascarilla de aguacate.
Por otro lado, el aguacate es uno de los frutos favoritos para la salud y para la hidratación, ya que contiene una alta cantidad de nutrientes y de grasas buenas para el cuerpo. Es por esto que la mascarilla de aguacate y aceite de oliva es tan recomendable. Se debe de machacar 1 aguacate y añadir 1 cucharadita de aceite de oliva, depués, dejar sobre la piel alrededor de 15 minutos.
Mascarilla de papa, aceite de oliva y yogurt natural.
La última propuesta para piel seca, se recomienda un tratamiento hecho de papa, aceite de oliva y yogurt natural. Se debe de mezclar 1 cucharada de papa rallada (puede sustituirse por plátano), 1 cucharada de aceite de oliva y 2 cucharadas de yogurt natural. Y se debe dejar reposar en el rostro por 15 minutos. Notarás el efecto de hidratación profunda.
Piel grasa.
Por otro lado, para aquellas personas que sufren de piel grasa, hay mascarillas que ayudan a humectarla y nutrirla sin necesidad de dejar un exceso de cebo en tu rostro.
Mascarilla de avena con aceite de coco y huevo.
La avena es muy amigable con la piel grasa, así que toda mascarilla que incluya este ingrediente será buena para ti. Aquí haremos mención de la mascarilla de avena con aceite de coco y huevo (sólo 1). Debes mezclar todos los ingredientes y aplicar el tratamiento sobre tu rostro, y dejarlo actuar por 15 minutos. Irás percibiendo una sensación de sequedad y deberás retirarla con agua tibia.
Si no cuentas con mucho tiempo para una preparación elaborada, puedes batir únicamente 1 huevo y aplicarlo sobre tu piel. Esperar 30 minutos y lavar con agua abundante. Esto hidratará tu piel sin dejarla grasosa.
Mascarilla de papaya.
Por último, otro magnífico ingrediente para refrescar e hidratar la piel grasa es la papaya. Esta puede machacarse y untarse en la piel, ya sea sola o mezclándola con gotitas de aceite de oliva. Úsala y sentirás tu cutis fresco al mismo tiempo de estarlo nutriendo.
Piel mixta.
Si eres de aquellas personas que tiene la piel mixta, ¡no te dejamos atrás! Las siguientes mascarillas te ayudarán a nutrir tu piel, sin dejar exceso de grasa en zonas problemáticas.
Mascarilla con puré de y miel.
Esta es una de las más prácticas por su facilidad de elaboración. Únicamente debes machacar el plátano y agregarle 1 cucharada de miel. Deja actuar sobre el cutis por 30 minutos ¡y listo!
Mascarilla de durazno y miel.
También está la opción de la mascarilla de durazno y miel. Es una mascarilla llena de nutrientes que humecta y protege tu piel. Mezclas 1 cucharada de miel de abeja con 1 cucharada de durazno rallado, o aceite de hueso de durazno. Reposa la mezcla en tu piel por 15 minutos y notarás un cambio inmediato.
Con todas estas prácticas y caseras recomendaciones, ¡no dejes que el frío sea un factor para no lucir un cutis sano y hermoso este invierno! Aplícate las mascarillas que más convengan para tu tipo de piel, y recuerda que, al cuidar tu piel, estás cuidando de tu salud.